El mar: El gran amigo de mis sueños, el fuerte titán de hombros cerúleos e imponderable encanto.
En esta hora, la hora más noble de mi suerte, vuelve a henchir mis pulmones y a enardecer mi canto…
El alma en carne viva, va hacia ti, mar augusto,
¡Atlántico sonoro! Con ánimo robusto,
Quiere hoy mi voz de nuevo solemnizar tu brío.
Sedme, Musas, propicias al logro de mi empeño:
¡Mar azul de mi Patria, mar de Ensueño,
mar de mi Infancia y de mi Juventud… mar Mío